Relato para días frios

 Hoy os vamos a presentar la obra de una escritora nobel que ha querido compartir con todos su trabajo.

La Célula inteligente.

Capítulo Primero

Las estrellas se vislumbraban por momentos en el inmenso cielo, entre las negruzcas nubes, que pasaban raudas, impulsadas por el viento de aquella tarde de invierno.

Unas pequeñas gotas de agua comenzaron a caer, mojando el pavimento de una solitaria calle, en un barrio muy humilde de una ciudad de Madrid, pronto, la lluvia se hizo más intensa y el gran aguacero, hizo abrir los paraguas, a las pocas personas que en aquellos momentos andaban por las aceras, de pronto, los faroles de aquel lugar comenzaron a encenderse, alumbrando con moderada intensidad los lugares más ocultos y haciendo más visibles, las rápidas gotas de lluvia, que continuaban mojando la ciudad.

Un hombre joven, cobijado en un gabán de color azul oscuro, caminaba con seguridad, su pelo castaño claro brillaba más de lo habitual, debido al agua de lluvia que lo había ido mojando, llevaba las manos metidas dentro de los bolsillos de su gabardina, sus pasos eran algo rápidos, demostrando que aquel hombre deseaba llegar pronto a su destino, sus ojos de un color azulado, parpadearon levemente, bajo la luz intensa del letrero del nombre de aquel bar:

“El sabroso”.

Marlin empujó la puerta del bar sin prisa, sabiendo que lo que iba a tomar no hacia honor al nombre de aquel lugar: “El sabroso”, se sentó en una de las pocas banquetas que había disponibles y alzando su varonil voz, pidió con algo de desgana:

• Ponme un café, por favor.

Una mujer sonriente de unos veinticinco años, se le acercó respondiendo:

• Hola Marlin, en seguida te sirvo tu café favorito, bromeó ella...

Interesante, eh? Si os habéis quedado con ganas de más...

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